martes, noviembre 28, 2006

ESPERARE QUE EL VIENTO ME VENGA A BUSCAR

El próximo sábado se presenta Calamaro en Buenos Aires y yo quisiera tener el dinero para irme el viernes tempranito con el ñañoñe y conocer, pasear, comprar, comer y ver al mas grande de todos, llorar, gritar, cantar, llorar mas y conocerlo, tomarme una foto con él e irme a dormir feliz de la vida, pasear un día mas y seguir llorando de pensar que lo conocí y canté con el.
Pero llegaría el lunes, porque siempre llega y estaría misia y preocupada, con el trabajo y la navidad encima y sin tiempo para solucionar nada.

Pero algún día lo veré y cantaremos y lloraremos como cuando voy manejando la pitufina rumbo a donde sea porque hace unos meses que es lo único que escucho, Calamaro, Los Rodríguez, Los abuelos de la nada, Calamaro, Los Rodríguez, Los abuelos de la nada

jueves, noviembre 16, 2006

RETOMANDO LA HISTORIA DE MI VIDA

UN NUEVO COMIENZO

Ahora iba a empezar una nueva vida y aunque mucha gente me hablaba de que era difícil adaptarse a la universidad yo no pensaba mucho en eso y no me preocupaba.
Para mala suerte no me tocó nadie conocido en mi salón, pero la soledad no me asustaba estaba acostumbrada a ella, acostumbrada a parar sola, por suerte tenía mis amigos de la academia y me juntaba con ellos en los huecos, íbamos todos los días a tomar a la vuelta, absolutamente todos los días, era un grupo muy chévere,

Con el tiempo me hice amiga de los de mi salón, en verdad me demoré bastante, unos meses por lo menos, porque nadie me hablaba y yo nunca he sido de acercarme a la gente por iniciativa propia. Algunas veces me han dicho que parezco sobrada pero la verdad es que soy tímida.

Los primeros 3 años de universidad fui enamorada de un chico de mi salón de cachimbos, para mi no era nada fácil poder confiar en alguien, era el primer chico con el que estaba después de mi mala experiencia con el chibolo huev.., pero el no sabía eso, la transición a enamorados se me hizo difícil, cómo abrazar y besar a alguien que ayer sólo era mi amigo, cómo confiar en él, cómo demostrar cariño si a mi nunca nadie me lo había dado, sólo puedo decir que fue difícil pero con el tiempo me enseñó a confiar de nuevo, a ser cariñosa, me ayudó con los estudios, mejoré bastante, me obligó a ser ordenada cosa que detestaba pero al final me cambió “mucho demasiado”, era mas un padre que un enamorado, me hizo cambiar muchos aspectos de mi que son parte importante en mi esencia, ahora no entiendo que fue lo que me hizo estar con él, fueron 3 años en que fui fiel, tiempo de universidad y juergas, pero tenía que acabar.

Fue difícil terminar, estaba demasiado acostumbrada, todo lo hacíamos juntos, me apoyaba mucho en el y el en mi, pero faltaba algo, no había un interés en común (bueno nos gustaba la misma música e íbamos a muchos conciertos de punk), pero nada más.

Así que volví a ser la desordenada de antes, con un poco más de experiencia y con mucha más libertad.

Y en resumen eso fueron los 6 años y medio que estuve en la universidad, punk, conciertos y destrucción.


QUE ME DES UN CARIÑITO

El año 2000 siempre lo recordaré como el año en que hice todo, es como que recién empezara a vivir como se debe, experimentando lo que me provocaba y dejándome llevar por los impulsos del momento, por eso me pinté el pelo de morado, por eso me moví tanto en ese año.

Pero después de 7 meses de salir todos los fines de semana a Barranco hasta el amanecer, me sentía super vacía, estuve muy deprimida, me sentía tan sola, bueno tenia un par de amigos incondicionables, pero no me sentía feliz conmigo misma.

Un día de esa semana, creo que fue jueves, me fui a visitar a Feña con Luli, fuimos en el carro de mi mamá, nunca manejo borracha, es una de mis reglas, ahora tengo una regla nueva, nunca manejar deprimida.

Regresábamos de la casa de Fernando y sólo me provocaba acelerar hasta el fondo, iba rápido pero manejaba bien, iba rápido sólo cuando se podía, siempre atenta, hasta que llegué al óvalo que queda a una cuadra de mi casa, tenía dos opciones, acelerar con todo antes de que llegue ese carro marrón, o esperar hasta que pase el grupaso de carros que venían detrás de ese, opté por el acelere, pisé con todo, sonaba una canción pacheca que Luli y yo estábamos escuchando a todo volumen, seguí acelerando, el otro carro debía voltear porque tenía puesta la luz pero no volteaba ni tampoco frenaba parecía que nos quería ganar, pero si nos ganaba me iba a dejar en medio del óvalo a merced de todos los demás carros, así que aceleré mas, Luli gritaba cuidado cuidado, sonaba la música, “es que yo quiero que tu vengas a mi”, y pasé, pasé al carro ufff dijimos ahora tenía que frenar toda esa acelerada para no estrellarme con los 3 carros que estaban parados adelante, pero cuando me disponía a frenar, el carro al que supuestamente había pasado me dio por atrás, “y que me des un cariñito mi amor”, el carro perdió el control, Luli también perdió el control, frena frena gritaba, y claro que yo frenaba pero el carro se iba para un lado y para el otro y ya veía que iba a ser imposible frenar en tan poco espacio , era un hecho que me iba a ir contra alguno de esos tres carros que estaban adelante si es que no era con los tres, sólo me quedaba una opción, subirme al sardinel del costado, así que volteé mientras seguía intentando frenar, era época de elecciones, todo el sardinel estaba lleno de carteles de los candidatos, empecé a esquivarlos a toda velocidad, el carro en el jardín se sentía diferente, pasé por debajo de un cartel esquivé otro y de ahí era o estrellarme contra la caseta de la policía de tráfico y posiblemente matarla o llevarme un arbolito, opté por el arbolito, Luli seguía gritando, el carro seguía avanzando, el arbolito iba con nosotros al costado, lo veía por la ventana, el carro no frenaba, se acabó el sardinel, regresábamos a la pista y nos aproximábamos a una pared blanca y ahora el timón no respondía pero iba perdiendo velocidad, frenamos justo antes de estrellarnos contra la pared, no quería mirar al costado, tenia miedo de que Luli ya no existiera, voltee y la vi asustada le dije algo, no me escuchaba, me dijo algo, no la escuchaba , claro la música a todo volumen, la apagué, el arbolito y 5 carros en la ventana de Luli, menos mal que frenaron.

En un minuto ya estaba la policía, me fui corriendo a mi casa, la dejé a Luli con el carro, los 3 carriles de la Javier Prado estaban bloqueados por mi carro que quedó en horizontal, bueno no quiero ni acordarme lo que me dijo mi mamá cuando le dije que había chocado, puso esa cara que odio que ponga, cara de Jimena eres una estúpida porque tuviste que crecer así porque eres como eres, esa cara puso y yo resignada, sabia que la había cagado pero por favor dile tú a mi papá.

Cuando vieron el carro destrozado se asustaron, cuando vieron donde estaba el carro con el que había chocado se asustaron muchísimo mas, el carro estaba lejasos, nadie entendía que había pasado, sólo Luli, yo y la policía de tránsito que debe haber visto la muerte de cerca.
Yo seguía temblando, nos llevaron en la patrulla a la comisaría por suerte los policías nos bromeaban y nos hicieron sentir mejor, me dijeron que podía ser una águila negra por mi destreza esquivando cartelitos. En la comisaría me sacaron sangre, estaba limpia, nunca supe en que quedó todo ese trámite, nadie vio el carro por 3 meses, estaba todo roto, nunca volvió a ser el mismo y nunca más volví a manejar escuchando el cariñito. No me atrevo. Pero ésta experiencia marcó el primer cambio positivo en mi vida.