lunes, agosto 14, 2006

EL COLEGIO Y LA MUERTE

Entré al colegio a los 5 años, sabía leer, escribir y sumar, no era genio pero me sentía superior a las demás chicas de mi clase que leían lentísimo. No es que me creyera más que nadie sólo que en verdad leían lentísimo, pero no les decía nada, no era la típica antipática que jode a todos, no nada que ver, yo sabía pero no lo decía.
Ya en segundo grado tenía una amiga especial con la cual nos dedicábamos a mirar mas que a actuar, aunque a veces jugábamos y corríamos pero creo que mas que nada conversábamos e inventábamos historias, y a mi me encantaba tanto inventar historias y contarlas como si fueran verdad, pienso que mi vida era demasiado aburrida e inventaba cuentos imposibles de creer pero sabía a quienes florear y desgraciadamente me creían o al menos me hacían creer eso, tal vez sólo quería llamar la atención.

Me sentaba al costado de una chica de esas que nunca hablan y que cuando hablan nadie las entiende, con el tiempo la convencí de que había tenido un hijo, ella se sorprendió y pareció creerme pero al día siguiente me dijo que no podía ser verdad porque aun no me había venido la regla, seguro había conversado con su mamá, yo ni siquiera sabía lo que era la regla, sólo conocía las que usaban las demás alumnas para subrayar, yo nunca subrayé, pero le dije que claro que me había venido y entonces me creyó. Pasaban los días y la chica del costado quería conocer a mi hijo que se llamaba Glomer pero yo le dije que me daba vergüenza llevarlo porque mi hijo había nacido con un defecto, ¿Que defecto? Que parece un muñeco, que raro no? Al final no recuerdo si le lleve un muñeco o no, creo que nunca lo hice pero el solo hecho de habérselo dicho ya es bastante estúpido.

Otra historia que recuerdo pero no se como nació fue decir que tenía una prima gemela, no era hermana, era prima y era idéntica a mi pero vivía en México y venía de vez en cuando de visita, o que tenía un enamorado a los 7 años, tantas cosas ridículas que me hacían sentir bien o me divertían, no recuerdo que pensaba, estoy casi segura que no sentía remordimiento era solamente un juego creo yo.

M F se volvió mi inseparable a partir de tercer grado, éramos diferentes a las demás, parábamos solas las dos conversando y teníamos en común que ambas éramos hermanas de alumnas de secundaria entonces sabíamos mas que todas, éramos más maduras aunque no lo supiéramos, sabíamos lisuras, sabíamos de sexo y de música y eso era suficiente, actuábamos rebeldes y desafiábamos las reglas.

Mi colegio parecía un castillo gigante y antiguo, lleno de pasadizos secretos a los cuales solíamos escaparnos, pasadizos a los que las chicas de primaria no podían entrar sólo nosotras porque teníamos hermanas en secundaria y eso que ni siquiera estábamos en primaria sino en mínimas, así llamaban a las niñas de 1er a 3er grado, mínimas, es decir no éramos casi nada éramos mínimas.
Fue en mínimas que tuve mi primera experiencia cercana con la muerte, la chica que limpiaba los baños, Mamerta, se murió, no reflexioné mucho sobre eso aunque la conocía y me daba risa su nombre, su muerte no me confundió tanto como veo sucede en las películas o en series, no que yo recuerde, creo que pregunté que había pasado y recuerdo algo sobre una olla de agua hirviendo o ataque al corazón no lo se.

Mi segunda experiencia con la muerte me hizo sentir mal, pero no tanto por el hecho de perder a alguien sino por no haberme dado cuenta que hace tiempo que esa persona ya no estaba, fue mi abuela por parte de papá, lo raro es que ella vivía al costado de mi casa y sin embargo no percibí que hace un tiempo que ya no la veía, es mas no tengo muchos recuerdos de ella, recuerdo su casa, recuerdo ir a cieneguilla pero no la recuerdo, sólo tengo una imagen de ella regañándome por comerme los mocos y levantándome la mano para asustarme y recuerdo que yo no me impresionaba porque sabía que no lo hacía en serio además los mocos eran ricos.
Un día mi mamá muy seria me llama para conversar junto con mi papá, yo pensaba que me iban a resondrar por algo pero no me acordaba que es lo que había hecho y entonces mi mamá me dice, Jimena te acuerdas que tu nonita está en la clínica?, hace tiempo que no preguntas por ella, ah si dije yo y fue en ese momento que me dijeron que estaba muerta, no recuerdo con que palabras me lo dijeron pero me hicieron sentir que era una desconsiderada por no haber preguntado por ella pero yo no creo que por eso se haya muerto, ¿Lo habré creído a esa edad? dice mi mamá que no dije nada y pensaban que no estaba entendiendo, probablemente no estaba entendiendo porque nunca había escuchado nada sobre la muerte, entonces mi mamá me dijo que nunca mas la iba a ver, no recuerdo mi reacción, y menos la de un año después cuando se murió mi nonito, de eso no recuerdo nada, solo a mi papá muy triste, nunca hablé con nadie sobre las muertes de mis dos abuelitos paternos, hasta la navidad del siguiente año que salí con mi mamá y mi abuela materna a comprar regalos, le dije a mi Tota, Tota ¿y tu te vas a morir este año? ¿Porqué? Me dijo sorprendida, porque un año se murió mi nonita al siguiente año se murió mi nonito, ahora te toca a ti o a mi Tata. La Tota sigue viva hasta ahora, mi Tata murió físicamente hace 3 años después de 5 años de vivir muerto.

5 Comments:

At 14 agosto, 2006, Blogger darling said...

Jimena, en verdad tienes un súper talento para escribir. Me encantan tus historias. Nunca dejes de escribir.

Debes haber sido la niña más divertida del mundo. Lo de tu hijo estuvo graciosísimo :)

 
At 15 agosto, 2006, Blogger Ursula said...

Me hiciste reir y me hiciste llorar... de verdad escribes muy bonito Jime... Me acuerdo de Glomer, no era una especie de mono que se chupaba el dedo?? Primera noticia de que andabas cuenteando que era tu hijo, ja ja... pero no me sorprende, tú siempre fuiste una niña especial...
Y sobre las muertes, es curioso saber qué pasa por la cabeza de un niño al enfrentarse a la pérdida de un ser querido... yo nunca viví eso, los nonnitos murieron cuando yo tenía 13 y 14 años, ya tenía total capacidad de entender la muerte y sufrirla...
Besos

 
At 15 agosto, 2006, Blogger Patricia said...

Jime, nunca supe que Glomer era tu hijo, y me acuerdo perfectamente de él.
Eras muy niñita cuando murieron los nonnitos, pero recuerdo que como una semana después de la muerte de la nonnita, te encontramos escondida en el closet del cuarto de la tota, y estabas llorando porque recién te habías dado cuenta que no ibas a ver más a tu nonnita.Tu nonnita te quiso mucho, lógicamente como eras una niña tan traviesa de vez en cuando te mandaba un grito y eso es lo que más recuerdas, pero tus nonnitos estaban muy orgullosos de tí ,decían que aparte de bonita eras muy "viva"
Besos

 
At 16 agosto, 2006, Blogger Rolando Escaró said...

mira que creativa eras de niña, inventar eso del niño que por defecto parece un muñeco si que fue genial, leer este post me recordó muchas cosas de mi infancia (y de las cosas que inventaba)

creo que las experiencias con la muerte nos marcan de por vida, en especial cuando se trata de personas tan cercanas a nosotros

 
At 17 agosto, 2006, Blogger schatz67 said...

Yo debería haber escrito un artículo que llevase por título"El Colegio es la muerte".Nada me aterraba más en la primaria que ir al Colegio.No me gustaba y punto.

Savater, uno de mis autores favoritos comenta en su libro "Las preguntas de la vida" que la certidumbre y conocimiento de la existencia dela muerte nos "humaniza" al despejar la creencia que nosotros y nuestro entorno somos inmortales.

Es pues un sintoma de madurez emocional que por lo visto fue visible en tí a una edad bastante precoz.

Aunque por lo que vienes escribiendo...se nota que eras la muerte!!!!!!

Saludos

Schatz

 

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